Marrakesh مركش

La ciudad roja de Marrakesh, mundialmente conocida con ese nombre, por el color rojo de algunas de sus edificaciones que son típicas de esa zona de Marruecos. Todo el mundo conoce Marrakesh, por ser uno de los mayores zocos del mundo, por el minarete de su mezquita, que sale en casi todas las fotos y por su plaza principal Jema el Fna (reunón de los muertos). Nada de muerta tiene esta ciudad, que vive del turismo desde hace muchísimos años. Una ciudad en el interior sur de Marruecos, donde los veranos son bastante sofocantes, cosa que no frena la llegada de turistas en esa época.


En Marrakesh no puedes caminar sin cruzarte con un turista curioso intentando orientarse con un mapa, o encandilado mirando las pirámides de especias estratégicamente construidas en el zoco. Tampoco puedes pasear sin escuchar la llamada a la oración, acompañada de las voces de los vendedores, o de los conductores de carritos o burros que intentan abrirse paso entre la multitud.

La medina de Marrakesh tiene un encanto característico, pero para mi gusto está todo excesivamente dispuesto para los turistas. Los vendedores son un poco más insistentes que en otros lugares y los precios son bastante desorbitados, cuesta mucho regatear a un precio razonable porque están más que acostumbrados a recibir turismo. Aunque eso no hace que la ciudad me guste menos, si que provoca en mi una reducción de la fiebre del zoco, que me suele dar en cuanto piso un país árabe. En esta ciudad, mi bolsillo está más tranquilo, pero puedo deciros que la primera vez que vas, te emocionas tanto, que acabas facturando una maleta de más con las compras.

Por esta medina, como por cualquier otra, es muy fácil perderse, aunque las calles principales son más o menos fáciles de recordar, la ciudad está llena de callejones retorcidos que no salen en los mapas. Es bastante absurdo llevarte un mapa de la ciudad, las calles no están señalizadas y los mapas dejan mucho que desear. Preguntar tiene buen resultado, pero siempre teniendo en cuenta que habrá gente dispuesta a acompañarte y pedirte un dinerito al final. Por eso, yo recomiendo preguntar en alguna tienda en la que compres o a alguna señora o señor mayor. La gente joven es más pícara y te pide dinero y los niños sobretodo. Además puede ser que en lugar de llegar a donde querías, acabes sentado en una tienda de alfombras escuchando al primo de aquel al que le preguntaste. No pasa nada, sonríe, da las gracias y no te sientas obligado nunca a comprar.


Madrasa Ben Youssef
Palacio Bahia




Mezquita Koutubia - Medina Marrakesh
La madrasa Ben Yussef, el museo de Marrakesh y el palacio Bahia son lugares interesantes para visitar. La entrada es barata y no te lleva mucho tiempo verlos. También es muy importante la mezquita Koutoubia, aunque la entrada no está permitida a los no musulmanes. Esta mezquita se encuentra junto a la plaza Jame al Fna, punto de referencia en Marrakesh. Desde allí se llega a cualquier sitio de la medina y para llegar allí, tan solo debes preguntar por la "place", la plaza en francés, todo el mundo sabe a cual te refieres.

Esta plaza tiene varias caras según van pasando las horas del día. Por la mañana temprano la encuentras casi vacía, algunos taxis y personas que van a trabajar, empiezan a montar los puestos de venta. A media mañana, ya puedes encontrar a los vendedores de zumo de naranja, riquísimo, no debes perdertelo y además es muy barato. También encontrarás algunos personajes variopintos con monos y serpientes y algo de música. Por cada foto que te hagas con ellos querrán cobrarte, e insistirán en que te subas el mono al hombro para una foto. Pero si no te gusta la idea, simplemente di "la, shukran" con una sonrisa y pasa. 

A media tarde la cosa va cambiando de color, y aumentan los puestos y vendedores, al caer la noche con los puestos de restaurantes ya montados, puedes disfrutar de las mejores cenas de Marrakesh, a muy buen precio, eso sí, no esperes lujos, estás en un chiringuito en la plaza, tienes mesa y sillas tipo picnic, mantel y servilletas de papel.

Disfruta de la comida y del ambiente. Recomiendo el puesto número 1 Chez Aicha, donde puedes degustar la típica "harira" sopa marroquí o la "pastela" entre otros, y si te gusta el pescado, el puesto 98 Chez Mustapha es el mejor. Eso sí, sentarse allí es cuestión de ser rápido y avispado, siempre está lleno, porque se come muy bien.

Un par de días son suficientes para conocer la ciudad de Marrakesh, si tienes algún día más, te recomiendo hacer alguna de las excursiones que salen de allí. Desde un día al Valle de Ourika, a 3 o 4 días al desierto, pasando por el Alto Atlas. Desde Marrakesh, también hay autobuses que salen a otras ciudades como Essaouira o Agadir que son costeras.

Desde Barcelona salen vuelos al aeropuerto Menara de Marrakesh, si vas con Ryanair volarás desde Girona. El aeropuerto está cerca de la ciudad, puedes coger un taxi para llegar hasta allí, pero si has reservado un Riad en la medina (que es lo habitual y recomendable), es mucho más práctico contratar el servicio de traslados "transfer" del hotel. Los coches sólo llegan hasta la plaza, el resto de la medina es peatonal y circula alguna moto y algún carro tirado por burros, por lo que, al llegar a la plaza, el personal del hotel te estará esperando para acompañarte caminando por las callejuelas y callejones de la ciudad antigua. No te asustes, es la manera más práctica de llegar, eso sí, procura fijarte en el camino, para cuando quieras salir del hotel a pasear por la ciudad y puedas volver sin necesidad de pedir ayuda. Te recomiendo fijarte en algún cartel fijo, ya que si te fijas en las tiendas, por la noche las encontrarás cerradas y no te servirá para orientarte.

Un Riad, es una casa antigua en la medina, reformada y convertida en pequeño hotel. Para disfrutar de la ciudad es el alojamiento más recomendable. Al hacer la reserva procura mirar en los comentarios que la ubicación sea buena y fácil de encontrar, te quitarás dolores de cabeza. Yo recomiendo dos riads que conozco y que podéis reservar en booking. Riad Lalla Aicha y Riad Dar Ihssan. No esperes lujos pero si una atención familiar y un buen servicio, además muy fáciles de encontrar desde la plaza. Pero hay multitud de riads para elegir en la medina, elegir y acertar, forma parte de la aventura.
Terraza del Riad Lalla Aicha - Medina Marrakesh

Marrakesh es un  imprescindible si visitas Marruecos, visitarla, perderse por sus calles, comprar, comer y disfrutar del espectáculo, así como utilizarla como base de operaciones para conocer otros lugares es una fantástica idea de aventura en Marruecos. Sin duda. 100% recomendable.






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